Soy un caracol. Una evidencia que sólo se hace visible en estas fechas. Soy un caracol y arrastro la vida en cajas. Concha de libros, escritos y trapos pesa sobre mi baboso pie. Soy un caracol y no me avergüenzo de ello. Pero sólo a veces, pienso en quemarlo todo. Pienso en derruir lo que he construido; y empezar de nuevo. Y quizá, lo que estoy contando ahora, sea aplicable a otros muchos más casos...
2 comentarios:
Historias de otros y de todos!
Creo que todos tenemos la necesidad de, al menos, pensar que es posible, quemar todas las cajas y empezar libremente de nuevo.
Aún así el pasado siempre vuelve.
Mi caracolilla por fin está en Órgiva ¡esta noche te veo!
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