jueves, 16 de julio de 2009

El plan

La lectura del párrafo a continuación acarrea consecuencias, quizá negativas, quizá positivas. Quien no tema tras leer este enunciado puede tener problemas con el universo bloggero; aviso desde ya. Escribes o escribes, esa es la opción.

El plan es el siguiente: Te ofrezco el comienzo de un relato y a cambio me das tu idea, lo primero que se ocurra para seguir dándole vida a esas palabras. No vale ni la timidez ni la vanidad. Esto no es un juego. Esto es un reto.

Una calle. Es de noche. Las farolas crean pequeños círculos de luz sobre la acera. Remolinos de viento remueven los escombros de una ciudad mugrienta. Sus sombras se trasladan de derecha a izquierda, de izquierda a derecha. Bajo uno de los círculos, un hombre corpulento mira repetidas veces su reloj. El crujido de la tela al descubrir el reloj, se hace eco en el abandono y el silencio penetrante de aquel lugar. Suspira y su suspiro termina en el desvanecimiento del círculo de luz que le envuelve.

1 comentario:

Romero dijo...

Camina despacio, de espaldas, como la risa de un payaso borracho. Solo mira hacia el reloj que parece contestarle con silencios que nadie más entiende.

De pronto lo comprende: No es allí donde tiene que buscar el tiempo perdido.

Se pone en marcha de nuevo