miércoles, 6 de mayo de 2009

Tempus fugit, el bizcocho más suculento


Pelamos y cortamos a gajos los pensamientos y los colocamos con muy mucho cuidado sobre una base de papel de alumnio y los maceramos con algunos recuerdos. A continuación, dejamos reposar en un lugar seco y frío durante, apróximadamente, diez años.

Mientras tanto, en el vaso batidor ponemos las risas, los estornudos y un ingrediente esencial; las lágrimas(Recuerden que pueden ser de sonrisas o de llantos, ambos frutos aportaran el mismo sabor) y mezclamos unos tres minutos, que es un truco para que quede bien esponjoso. Luego agregamos un beso pequeño y trituramos. Incorporamos el bostezo y el suspiro y repetimos la operación.

Si la masa ya es homogenea pasados los diez años, la vertemos en un molde y clavamos los gajos de pensamiento de forma que se vean una vez suba el bizcocho. Reservamos los recuerdos con los que hemos ablandado los pensamientos y introducimos el molde en el horno 35-40 minutos a 180 grados.

Una vez cocinado, lo dejamos templar y pintamos el bizcocho con los recuerdos y con mermelada de olvido para darle más sabor.

4 comentarios:

Sinpatria dijo...

Muxa palabreria pero señorita Rosa, VATIDOR con V NI DIOS K LO HA VISTO¡¡¡

Luna dijo...

Vale las risas, valen las lágrimas, vale el bostezo, vale incluso el suspiro...¡pero como le estornudes yo no me lo como! Que asssco...
Jijij, simpático, y profundo ;)

roos_vroom dijo...

¿Sabes lo primero que voy a hacer cuando te vea? Sí, en efecto, voy a ponerte una pluma en esa nariz tan bonita y me zampare sin escrúpuloss la consecuencia...

Álvaro dijo...

:D para días de frío